Los líquidos inflamables, como la gasolina, nunca deben almacenarse cerca de sistemas de calefacción o calentadores de agua. De hecho, los líquidos inflamables de cualquier tipo no deben utilizarse en espacios cerrados y solo deben almacenarse en un recipiente homologado, en un lugar alejado de las personas.
La gasolina es un combustible para motores y nunca debe utilizarse como producto de limpieza. Nunca utilice gasolina en ambientes cerrados o en la misma habitación o área donde haya un artefacto de gas u otra fuente de ignición. Conserve la gasolina solo en un recipiente homologado y asegúrese de que esté bien cerrado. Nunca guarde gasolina en jarras para leche de plástico o recipientes de vidrio. Nunca llene los recipientes de gasolina hasta el máximo porque debe dejar espacio para permitir la expansión del vapor a medida que el líquido se calienta.
Conserve la gasolina en un recipiente adecuado, en un estante elevado, en un lugar templado o alejado de la vivienda. Hable con sus hijos sobre los peligros de los productos líquidos inflamables.